Las actividades de post-lectura que hemos realizado hoy en clase tenían como objetivo hablar sobre la obra, valorarla y pensar en lo que nos ha aportado su lectura.
Cada uno de vosotros ha respondido a una serie de cuestiones que os cuelgo aquí también para que podáis volver a pensar en ellas en cualquier momento.
Nuestro viaje con Valle-Inclán ha llegado a su fin, por el momento. Espero que hayáis disfrutado con esta obra y que hayáis aprendido mucho.
¡Un saludo a todos!
GRUPO 4:
EL BUFÓN ― El favor que se le hace a la señora Geroma lo recibe el señor Espandián, y no será tan ingrato que quiera pagarlo con una estocada.
GEROMA ― Espandián, marido mío, deja quieta la tajante. Repara con cuánta cortesía me trata este caballero y muéstrate agradecido.
EL BRAVO ― Porque reparo cómo te escancian de beber y te colman el plato, hablo así. ¿Dónde ha nacido ese uso bárbaro de que coma la mujer y ayune el marido? ¿Es de la Grecia? ¿Es de la Roma? ¿Es de las tierras de Oriente? ¡No! Es de una región salvaje, para mí desconocida y para ti también, Geroma. Y si este caballero quiere implantar aquí tan afrentosos usos, yo se lo estorbaré con mi espada. Geroma, ese plato es mío, ese vaso es mío, esa silla, mía también.
GEROMA ― ¿Por qué?
EL BRAVO ― Porque tú eres mía según, la epístola de San Pablo.
GEROMA ― ¡Deja el vaso!
EL BRAVO ― ¡Ya te dije que es mío!
GEROMA ― ¡Dame el plato!
EL BRAVO ― ¡Ya te dije que es mío!
GEROMA ― ¡Borracho, rufián, apalea mujeres!
Se alegra la venta con tumulto. Espandián, tras de apurar el vaso de un solo trago, arrebata a la coima el plato lleno de cordero y pringue. La señora Geroma saca las uñas, arañándole la cara, y el rufián, puesto en pie, le escacharra el plato en mitad de la cabeza.
EL BRAVO ― Geroma, a mí puedes arañarme. Un hombre como yo conoce lo que son señoras. Pero, ¡cuida de no decir una sola palabra ofensiva para mi honor!
GEROMA ― ¡Vuélveme el plato!
EL BUFÓN ―A una mujer se la mata, pero no se la falta. Seguro estoy de que se hallaría más conforme, con que le hubieses quitado la vida, la señora Geroma.
GEROMA ― ¡Qué hablas tú, cara de antruejo!
EL BUFÓN ― Hablo en vuestra defensa, señora Geroma.
EL BRAVO ― Yo basto para su defensa, Geroma, quédate siempre en las palabras, que por ser tuyas no me ofenden. Pero la mujer debe obediencia al marido, y si lo olvidas, he de recordártelo, no por mí, sino por la devoción que tengo al Santo Apóstol San Pablo.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR ― Cesad en vuestro llanto, señora Geroma, y decid a vuestro marido que yo le pagara la cena si fuese mayor su cortesía.
EL BRAVO ― Con poca o mucha cortesía, ya veis cómo he cenado a vuestra costa. Y si queréis cobraros, sacad la espada.
Nuestro viaje con Valle-Inclán ha llegado a su fin, por el momento. Espero que hayáis disfrutado con esta obra y que hayáis aprendido mucho.
¡Un saludo a todos!
Actividad 4.1. - Describe el pasaje que más te
ha gustado de la obra y di por qué.
Actividad 4.2. - Leyendo más allá del cuento.
· Cada grupo lee e interpreta en voz alta el fragmento que le
ha sido asignado.
· Comentad en grupo el fragmento asignado. Hay que centrarse
principalmente en la crítica social y relacionarla en la medida de lo posible
con la actualidad. Por tanto, al final de la actividad debéis responder a las
siguientes preguntas: ¿Cuál es el tema principal del fragmento? ¿Qué aspecto
social se critica? ¿Me recuerda a algún asunto de actualidad? ¿Puedo poner
algún ejemplo concreto?
· El portavoz de cada grupo expondrá brevemente las
conclusiones extraídas del fragmento ante el resto de la clase.
GRUPO 4:
EL BUFÓN ― El favor que se le hace a la señora Geroma lo recibe el señor Espandián, y no será tan ingrato que quiera pagarlo con una estocada.
GEROMA ― Espandián, marido mío, deja quieta la tajante. Repara con cuánta cortesía me trata este caballero y muéstrate agradecido.
EL BRAVO ― Porque reparo cómo te escancian de beber y te colman el plato, hablo así. ¿Dónde ha nacido ese uso bárbaro de que coma la mujer y ayune el marido? ¿Es de la Grecia? ¿Es de la Roma? ¿Es de las tierras de Oriente? ¡No! Es de una región salvaje, para mí desconocida y para ti también, Geroma. Y si este caballero quiere implantar aquí tan afrentosos usos, yo se lo estorbaré con mi espada. Geroma, ese plato es mío, ese vaso es mío, esa silla, mía también.
GEROMA ― ¿Por qué?
EL BRAVO ― Porque tú eres mía según, la epístola de San Pablo.
GEROMA ― ¡Deja el vaso!
EL BRAVO ― ¡Ya te dije que es mío!
GEROMA ― ¡Dame el plato!
EL BRAVO ― ¡Ya te dije que es mío!
GEROMA ― ¡Borracho, rufián, apalea mujeres!
Se alegra la venta con tumulto. Espandián, tras de apurar el vaso de un solo trago, arrebata a la coima el plato lleno de cordero y pringue. La señora Geroma saca las uñas, arañándole la cara, y el rufián, puesto en pie, le escacharra el plato en mitad de la cabeza.
EL BRAVO ― Geroma, a mí puedes arañarme. Un hombre como yo conoce lo que son señoras. Pero, ¡cuida de no decir una sola palabra ofensiva para mi honor!
GEROMA ― ¡Vuélveme el plato!
EL BUFÓN ―A una mujer se la mata, pero no se la falta. Seguro estoy de que se hallaría más conforme, con que le hubieses quitado la vida, la señora Geroma.
GEROMA ― ¡Qué hablas tú, cara de antruejo!
EL BUFÓN ― Hablo en vuestra defensa, señora Geroma.
EL BRAVO ― Yo basto para su defensa, Geroma, quédate siempre en las palabras, que por ser tuyas no me ofenden. Pero la mujer debe obediencia al marido, y si lo olvidas, he de recordártelo, no por mí, sino por la devoción que tengo al Santo Apóstol San Pablo.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR ― Cesad en vuestro llanto, señora Geroma, y decid a vuestro marido que yo le pagara la cena si fuese mayor su cortesía.
EL BRAVO ― Con poca o mucha cortesía, ya veis cómo he cenado a vuestra costa. Y si queréis cobraros, sacad la espada.
Actividad 4.3. -
Reescribid o cambiad y ampliad la escena final de la obra mediante el uso de
las acotaciones y los personajes al estilo del propio Valle-Inclán. Del mismo
modo observamos el vocabulario de esta última escena y lo anotamos para
trabajarlo después de clase en el blog.
Actividad 4.4. -
Mostráis vuestros trabajos al resto de la clase. También los colgaremos en el
blog.
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